Federico Mayor Zaragoza: “La inteligencia natural debe siempre prevalecer sobre la inteligencia artificial”

02 nov 2023
Entrevista Federico Mayor Zaragoza

Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación Cultura de Paz y exdirector de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), forma parte del panel de expertos de la jornada internacional sobre humanismo y retos éticos de la asistencia sanitaria en el siglo XXI que se celebrará el próximo 24 de noviembre en el ICOMEM.

 
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En la entrevista destaca la necesidad de cambiar la gobernanza global para que las personas sean actores en lugar de espectadores. Por tanto, la celebración de esta reunión es importante para “revisar los aspectos educativos, sociales, éticos y políticos, con el fin de impulsar un cambio positivo y mejorar tanto el planeta como la vida de sus habitantes”, forjando así un futuro distinto.

 

¿Qué le parece que el COFM y el ICOMEM hayan organizado esta jornada?

 

Me parece extraordinariamente oportuno porque estamos viviendo precisamente una situación a escala global en la que se demuestra que la actual política debe ser rápidamente cambiada por una que nos lleve a no ser espectadores de lo que acontece sino a ser actores de lo que acontece. 

 

¿Cuáles crees que son los puntos fuertes de esta jornada?

 

Es importante que quienes tienen la misión de velar por el cuidado de los seres humanos se reúnan para abordar múltiples aspectos educativos, sociales, éticos, políticos, etc.  En esta jornada, revisaremos los aspectos educativos, sociales, éticos y políticos, con el fin de impulsar un cambio positivo y mejorar tanto el planeta como la vida de sus habitantes.

 

¿En qué estado se encuentra hoy la bioética en España?

 

La bioética ha evolucionado significativamente, ya que empieza a estar muy claro que los seres humanos ya no nacen, viven y mueren sin tener influencia sobre lo que acontece, que era lo que pasaba hasta hace muy pocas décadas.

 

A pesar de la discriminación histórica hacia las mujeres, determinadas etnias, religiones y creencias… ha habido un notable progreso en el respeto a la igualdad en los últimos años, aunque aún queda trabajo por hacer. Es esencial que la sociedad sea consciente de los grandes retos actuales y actúe en consecuencia. Ahora podemos asumir responsabilidades.

 

¿Cómo influyen las decisiones políticas actuales en la bioética aplicada a la medicina?

 

Muy positivamente. Ya es hora de que se considere que todos los seres humanos son iguales en dignidad, que todos tienen que ser atendidos y que la discriminación tiene que terminar. Es adecuado que los médicos y los farmacéuticos subrayen que no se trata únicamente de coordinar acciones sociales, sino de reconocer la libertad y la responsabilidad individual de cada ser humano.

 

¿Qué opina al respecto de leyes recientes como la del aborto y la eutanasia?

 

Todas estas leyes dejan paso a la libertad y a la responsabilidad y no tiene que haber influencias de una ideología u otra. Y además, ahora nos hablan de IA para que se desplace la atención médica, pero creo que la inteligencia natural debe siempre prevalecer sobre la inteligencia artificial.

 

¿Cómo puede la medicina contribuir al cuidado del planeta?

 

Nos enfrentamos a un desafío enorme con el cambio climático. La habitabilidad del planeta está en peligro. Tenemos una inmensa responsabilidad hacia las generaciones venideras, y es fundamental que les transmitamos a los jóvenes nuestro compromiso de actuar.

 

Me parece muy acertada esta reunión porque tenemos que despertarnos y crear un futuro distinto. Vamos a hacer que los científicos, los que conocen los problemas de la tierra y la especie humana sean los que dan las directrices para un cambio que ya no se puede retrasar mucho. 

 

¿Cuáles sería los principales retos para el siglo XXI?

 

El reto es que cada ser humano sea capaz de crear y diseñar su propio futuro. Por ejemplo, la academia mundial de arte y de ciencia acaba de anunciar la Human Security. Ya tenemos mucha seguridad territorial y ahora tenemos que preocuparnos también por quienes viven en estos territorios.