Aumentan la gravedad de las agresiones a sanitarios: médicos, enfermeras y matronas reclaman respuestas reales

06 nov 2025

Las agresiones a profesionales sanitarios son cada vez más físicas y violentas. El ICOMEM advierte de que la protección legal es imprescindible, pero no suficiente si no va acompañada de prevención, formación y apoyo institucional.


El Hospital Universitario La Paz acogió la VIII Jornada de Comisiones Hospitalarias contra la Violencia, un espacio de debate en el que participaron médicos, enfermeras, matronas, personal de salud mental, urgencias, trabajo social y técnicos sanitarios. Durante la jornada se analizó el incremento de la violencia contra los profesionales y la necesidad de abordarlo de forma coordinada.

El abogado del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM), Cristóbal Zarco, explicó que, aunque no se ha registrado un aumento exponencial del número de casos, sí se observa un cambio significativo en su gravedadNo se están produciendo más agresiones, pero sí están siendo más intensas: aumentan las agresiones físicas frente a las meramente verbales”, indicó.

 

Zarco expuso los datos recopilados por el Colegio hasta 2024, que muestran picos de violencia vinculados a momentos de especial tensión asistencial. Respecto al perfil de las víctimas, señaló que no se aprecian grandes diferencias por género en términos proporcionales, pero sí en cifras absolutas: “Aunque las estadísticas no muestran una mayor vulnerabilidad por razón de género, lo cierto es que, por la feminización de la profesión médica —especialmente en Atención Primaria—, el número de facultativas agredidas es superior”.

Reconocimiento como autoridad: un avance jurídico necesario, pero no suficiente

 

En su intervención, Zarco recordó que el reconocimiento penal de la condición de autoridad del médico ya estaba vigente en la práctica, gracias al protocolo firmado entre el ICOMEM y la Fiscalía de la Comunidad de Madrid, que asimila al facultativo a la figura de funcionario público a efectos de protección penal.Penalmente ya estaba reconocida la condición de funcionario público desde la firma del protocolo del ICOMEM con la Fiscalía de la Comunidad de Madrid, pero ahora el nuevo Estatuto Marco lo incorpora también de forma expresa en el ámbito administrativo”, señaló.

Este cambio normativo supone que las agresiones a sanitarios no solo pueden ser perseguidas como delitos de atentado, sino que además se refuerza su protección institucional en el ejercicio de sus funciones.

Más allá de la denuncia: la violencia no se resuelve solo en los tribunales

 

Pese a los avances legales, Zarco insistió en que la solución no puede limitarse a la vía penal: “El proceso judicial puede reparar, pero no prevenir. Para proteger realmente al profesional sanitario necesitamos formación, prevención, circuitos claros de actuación y compromiso institucional. Si llegamos solo desde lo legal, llegamos tarde”.

Una mirada multidisciplinar al problema

 

Las intervenciones posteriores, protagonizadas principalmente por psiquiatras, enfermeras y especialistas de urgencias, abordaron la violencia desde la realidad asistencial diaria. Se debatieron los protocolos de contención en salud mental, la prevención en unidades de riesgo, el impacto psicológico de las agresiones y la necesidad de equipos de apoyo.

Matronas, enfermeras y médicos de Atención Primaria expusieron también la tensión creciente en consultas, urgencias y obstetricia, donde se reproducen cada vez más episodios de hostilidad, amenazas o agresiones físicas.

La jornada dejó claro que la violencia contra los profesionales sanitarios es un problema transversal del sistema de salud. Afrontarlo exige protección jurídica, prevención real, formación específica y una cultura social de respeto al personal sanitario.Como concluyó Cristóbal Zarco: “La solución no es solo jurídica; es ética, organizativa y social. Defender al profesional es defender la dignidad del sistema sanitario”.