EDITORIAL: Como ser médico de la privada “y no morir en el intento”

19 jul 2023

El médico de la privada ya sabe hace años que las tarifas de las aseguradoras no suben; que en los protocolos médicos se meten “los de los números” y que el Nomenclátor es mentira. Aun así, estos titanes de la medicina a lo Rafa Nadal o como nuestro último héroe nacional, Carlitos, siguen «p'alante» luchando contra viento, (COVID) y marea, compensando tarifa con volumen y con lo que se les ocurra... ( sigue leyendo)

Editorial Dr. María Cordón, vocal de médicos de ejercicio libre de lICOMEM
Editorial Dr. María Cordón, vocal de médicos de ejercicio libre de lICOMEM

Algunos están en nómina, pero la mayoría trabajan como autónomos (un tema que daría para otro artículo…) dependiendo de ellos mismos y de su productividad para llegar a final de mes.  Un contexto cambiante, agresivo, competitivo, en el que cada vez es más difícil permanecer en pie sin echar el cierre.  Yo me los imagino como surfistas. Montan las olas como les vienen, solo con su tabla, su pequeña clínica o consulta, frente a la inmensidad del mar dominado por las grandes entidades hospitalarias y de seguros. Siempre alerta, mirando cómo les viene la ola, previendo cómo les puede o no ayudar la fuerza del viento… Y ahora, además preocupados por cómo encararán su futuro porque las condiciones están cambiando a una velocidad que nos arrastra a todos a tomar decisiones y a dar un “girazo” como dicen los surfers.

 

Ya no vale solo con afrontar las condiciones leoninas del mercado o las impuestas por los “grandes”, ahora toca medirnos con nuestras propias posibilidades. Me refiero a la Inteligencia artificial.  Una tecnología que en vuelta de unos años nos ha invadido y va a camino de secuestrar nuestro conocimiento. ¿Viene para cambiar las reglas del juego o a ayudarnos a hacer frente a nuestra realidad?  Morir o evolucionar. Amigos, creo que, si hemos aprendido a ser supermujeres y hombres capaces de gestionar nuestra carrera profesional, y laboral, ahora toca creérnoslo y no bajar los brazos.  Conocimiento de la ciencia y vocación no nos falta, y menos aún, arrestos.

 

Yo soy de las que creen que la aplicación de la IA tiene ventajas obvias como mejorar la velocidad, precisión de un diagnóstico y detección de enfermedades; llega para facilitar la atención clínica y reforzar la investigación en nuevas dianas, en nanomedicamentos que cambiarán el curso de como conocemos la medicina.  Yo soy positiva y considero que, a todos, con independencia, de dónde estemos o ejerzamos, nos hará superarnos. Pese a ello, reconozco que son muchos los que muestran reticencias a este cambio. Ven que esta tecnología generará aún más deshumanización de la medicina. Yo no estoy de acuerdo. Pienso que es una herramienta que permitirá eliminar mucha de la burocracia estúpida que consigue que el médico no pueda dedicar ni un minuto a mirar a la cara a los pacientes. Eso para mí son sus ventajas… pero como todo hay otra cara oculta que si me preocupa y que tiene que ver con el uso de esta herramienta en manos por ejemplo de financiadores o de gestores. ¿La utilizarán para, con la excusa de la eficiencia tratar de arrinconar todavía más a los médicos de la privada?

 

Es prematuro aventurar que uso se le puede dar a esta tecnología, pero si es necesario abrir debate sobre el nuevo contexto que ya tenemos delante de nosotros. Es una ola que no sabemos cómo romperá, pero si hay que estar preparados para remontarla. En este sentido, mi compromiso, el del presidente Sellés y el de toda su Junta es ayudar al médico de la privada a no morir en el intento sino a ser reconocido, recompensado debidamente y sobre todo escuchado.

 

Esta editorial forma parte del contenido del boletín De Privada.