Comunicado Mesa Atención Primaria sobre la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19

30 mar 2022

A pesar de la nueva Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19, la atención a los pacientes COVID seguirá suponiendo una importante carga de trabajo para los centros de salud y una limitación para la atención a pacientes NO COVID.

Comunicado Mesa Atención Primaria  sobre la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19
Comunicado Mesa Atención Primaria sobre la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19

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Ante la aplicación de la nueva actualización de la Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19, el Grupo de Pandemias de la Mesa de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Madrid advierte que la atención a los pacientes COVID seguirá suponiendo una importante carga de trabajo para los centros de salud (CS) y una limitación para la atención a pacientes no COVID.

A través del comunicado, este Grupo afirma que la nueva Estrategia podría ser positiva para evitar el colapso del sistema sanitario. Para ello han tenido en cuenta el escenario actual, una sexta ola que ha cursado con un elevado número de casos, en su mayoría asintomáticos o leves, con una tasa de vacunación superior al 92% y la disponibilidad de tratamientos eficaces que evitan la progresión a formas graves en pacientes de mayor riesgo. Sin embargo, para este órgano asesor del ICOMEM, existen aspectos no resueltos en la Estrategia que van a generar confusión entre la población y problemas en la actuación de los profesionales de Atención Primaria.

 Según este Grupo no debería confundirse las pautas de actuación ante la nueva situación epidemiológica, la circulación de nuevas variantes del SARS-CoV-2 y los conocimientos sobre la enfermedad, con una normalidad asistencial y una relajación de las medidas de actuación ante los nuevos casos infección COVID-19, especialmente en el ámbito de Atención Primaria (AP). En los Centros de Salud (CS) se continuará atendiendo a pacientes infectados o con elevada sospecha de infección, con independencia de que cumplan criterios de indicación de realización de una prueba diagnóstica. En consecuencia, seguirá siendo fundamental garantizar la seguridad de los profesionales sanitarios y del resto de la población que acude a los CS. En este sentido, la petición que hace la Mesa es mantener los circuitos asistenciales de clasificación y atención diferenciada, incluida la valoración y atención clínica no presencial y el uso de equipos de protección para atención a pacientes con clínica de infección respiratoria.

Además, aconsejan que continúen funcionando en los centros los circuitos de realización de pruebas diagnósticas de infección aguda (PCR y test antigénicos rápidos). Y advierten que, aunque se van a realizar menos pruebas de Covid-19 según los nuevos criterios, esto no va suponer una reducción de la actividad en la atención a pacientes respiratorios.

Por otro lado, consideran que se descarga sobre los profesionales de AP la decisión sobre la emisión o no la Incapacidad Temporal (IT) por la indefinición de la Estrategia en la forma de actuar tanto en infectado confirmado, como en casos con alta sospecha. Por ello, será el médico de AP, quien deba decidir sobre la emisión de incapacidad temporal (IT) por la sintomatología o por el riesgo epidemiológico que las personas infectadas confirmadas o con sospecha de infección suponen para el entorno social y laboral, si no es posible el teletrabajo.

Tampoco, según este Grupo, se especifica cómo actuar ante los resultados positivos de las pruebas de autodiagnóstico. De nuevo se deja a criterio médico esta decisión.

La Estrategia muestra ciertas incoherencias en materia de protección de los pacientes vulnerables. Por un lado obliga a los profesionales sanitarios y del entorno socio sanitario a mantenerse alejado del puesto de trabajo y solamente incorporarse después de la curación clínica y de un resultado negativo a las pruebas de diagnóstico de infección aguda,  situación que no está avalada en la evidencia científica, pero al mismo tiempo parece favorecer que el resto de la población que puede tener también contacto con personal vulnerable a nivel social o laboral o sus cuidadores no profesionales y/o familiares, se pueda incorporar a su actividad sin problemas para el  entorno laboral. Incluso no se considera entre los grupos de realización obligada de la prueba diagnóstica de infección aguda a los convivientes y “cuidadores no profesionales” de los pacientes vulnerables que también supondría un riesgo para la salud estas personas.

El Grupo de Pandemias de la Mesa de AP destaca que la nueva Estrategia tampoco aclara la situación en casos positivos asintomáticos o con síntomas leves, de los menores de 6 años que no tienen obligatoriedad de llevar mascarilla, no se especifica si en estos casos la COVID es causa de exclusión escolar al no poderse garantizar las medidas de prevención. La aplicación de la nueva normativa en los centros educativos resulta complicada y ambigua.

Por último, advierten que no se debe olvidar la mortalidad elevada por COVID en el mes de febrero, siendo de las más altas en los últimos meses.

Por todo ello, el Grupo de Pandemias de la Mesa de AP del ICOMEM, solicita a la Dirección general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, que, a través de la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, realice las propuestas adecuadas para evitar los problemas en la actuación de los médicos de AP de Madrid al igual que de otras CCAA, derivados de la aplicación de esta Estrategia de detección precoz, vigilancia y control de COVID-19 de marzo de 2022

 

 

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