Jornada ‘Avances en el tratamiento de las fracturas vertebrales metastásicas’ en el Hospital Clínico San Carlos

24 nov 2005

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Entre el 30% y el 70% de los pacientes con cáncer desarrollan metástasis óseas, una complicación que representa la principal causa de dolor oncológico. La gran mayoría de las metástasis óseas se localizan en las vértebras, donde pueden provocar fracturas vertebrales por compresión. Estos datos los ha puesto de manifiesto el Profesor Manuel González Barón, Catedrático de Oncología Médica y Medicina Paliativa de la Universidad Autónoma de Madrid en la jornada ‘Avances en el tratamiento de las fracturas vertebrales metastásicas’, que se acaba de celebrar en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid.




Hasta hace relativamente poco tiempo, sólo había dos opciones para tratar estas fracturas, tremendamente incapacitantes y dolorosas: el tratamiento conservador consistente en la colocación de fajas ortopédicas o la cirugía muy agresiva. Sin embargo, la introducción en España de la cifoplastia con balón, una técnica quirúrgica mínimamente invasiva ha cambiado el panorama para estos pacientes que, en muchos casos, se enfrentan a sus últimos meses de vida.

"Esta es una opción que permite realizar una estabilización de la lesión con técnicas mínimamente invasivas", explica el Profesor Luís López-Durán, Jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Clínico San Carlos que añade que "con una adecuada indicación, ante una fractura patológica vertebral que produce dolor, puede suponer el alivio y la estabilización de la fractura de forma inmediata".

En pacientes con fracturas vertebrales metastásicas suelen coincidir ciertas circunstancias, tal y como señala el Dr. Erwin Sucher, del Servicio de Tumores Óseos del Departamento de Cirugía Ortopédica del Centro Médico de la Universidad Hebrea Hadaza, de Jerusalén. Así, el dolor que provocan habitualmente las fracturas vertebrales metastásicas se une el que los pacientes están débiles e inmunodeprimidos, que tiene afecciones sistémicas asociadas y que a menudo son incapaces de someterse a cirugía abierta.

Así, no es lo mismo una fractura vertebral por compresión asociada a la osteoporosis que la misma fractura provocada por infiltración tumoral de la vértebra. El Dr. Sucher señala que las mismas en pacientes con cáncer reducen, entre otras, la función pulmonar e incrementa la mortalidad.

El experto del hospital israelí alaba las ventajas de la cifoplastia con balón para las fracturas vertebrales metastásicas porque "es una cirugía mínimamente invasiva, está indicada para pacientes debilitados por el cáncer, obtiene buenos resultados en lo que se refiere al control del dolor y pueden restaurar la altura del cuerpo vertebral".

Las metástasis óseas representan la primera causa de dolor oncológico. El dolor que provocan estas metástasis es tanto de tipo inflamatorio, como de tipo mecánico o neuropático. Según señala el Prof. González Barón, "la afectación de la columna vertebral conlleva una de las complicaciones más temibles: la compresión medular". La consecuencia de esta complicación es la inmovilidad parcial o total de las pacientes, con una muy negativa repercusión en la calidad de vida del paciente.

Las fracturas vertebrales metastásicas se suelen producir cuando el diagnóstico es tardío y el tumor está ya avanzado. No obstante, el Dr. Juan Luís Cebrián, traumatólogo del Hospital Clínico San Carlos, comenta que actualmente la actitud fatalista ha cambiado en los pacientes con cáncer, gracias a las mejores expectativas de calidad de vida. "La función del traumatólogo actualmente en los pacientes con metástasis es el aportar una mejora de la calidad de vida, anticipándose las fracturas patológicas y ayudando a un adecuado control del dolor", apunta.

Sin embargo, y tal y como señala el Profesor López-Durán, "en este tipo de patologías es necesaria la existencia de equipos multidisciplinares, compuestos por varios especialistas (oncólogos, radioterapeutas, unidades del dolor, radiólogos y cirujanos). En estos equipos el oncólogo es el centro y el que coordina al resto de los especialistas. Cuanto más eficaz sea esta coordinación más se verá beneficiado el paciente".

Ventajas de la nueva técnica

La cifoplastia con balón es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que se realiza de manera ambulatoria o en estancia hospitalaria de un día. Esta técnica de refuerzo vertebral consiste en crear una cavidad y restablecer la altura del cuerpo vertebral. En esta cavidad se introduce un biocemento, lo que logra restablecer la altura del cuerpo vertebral fracturado. Otras técnicas poco invasivas que ya se aplican en los hospitales españoles no lograban dicho restablecimiento, por lo que la recuperación del paciente no era la óptima.

La cifoplastia con balón no es la primera técnica que consiste en introducir cemento en la vértebra. Sin embargo es la más segura porque, al contrario que otras, no introduce el cemento directamente, sino a través de un balón, lo que evita que se pierda nada de material.

En palabras del Dr. Cebrián, la cifoplastia con balón requiere de una serie de condiciones. En primer lugar, "debe realizarse en salas de cirugía para poder hacer frente de forma inmediata a las posibles complicaciones"; en segundo, el cirujano debe estar acostumbrado al manejo de las estructuras óseas y a la patología de la columna y, por último, debe poder realizar un seguimiento adecuado tras la intervención.

Tanto el Dr. Cebrián como el Profesor López–Durán coinciden en que "los pacientes que acuden a nuestra consulta remitidos por los oncólogos o hematólogos, acuden muy esperanzados con la posibilidad de solucionar el control local del dolor y evitar otro tipo de intervenciones más agresivas".