La revista del Colegio dedica su portada de septiembre al Dr. Antonio Garrido-Lestache

27 sep 2005

Sello emitido el 11 de julio de 2005 para conmemorar la aportación del Dr.Garrido-Lestache a la seguridad infantil y presentado en el Aula Cajal del Icomem.

El primer acto jurídico en la vida de un individuo en nuestro país es la declaración de nacimiento en el Registro Civil, pero esa declaración no presentaba hasta ahora las mismas garantías que otros muchos actos jurídicos tienen, en los que se requiere la firma o las huellas digitales. En ese primer acto no había nada que identificara a este nuevo ser humano, salvo el parte que certificaba el médico o la comadrona. Por ello, se hacía necesario crear un elemento nuevo que identificara de forma inequívoca a los recién nacidos, impidiendo confusiones, negligencias, secuestros o comercio de niños.

Dactiloscopia

El Dr. Antonio Garrido-Lestache, pediatra, después de investigar durante muchos años acerca del método más seguro y fiable de identificación inequívoca para los recién nacidos, creyó que el sistema universal de identificación de las personas, la dactiloscopia, podría aplicarse también en la identificación de los recién nacidos.

La dactiloscopia es un sistema de identificación universal basado en el estudio de las yemas de los dedos. Los dibujos que forman los surcos y las crestas que existen en la cara palmar de los dedos de la mano de cada ser humano lo hacen único e irrepetible. Podía ser el método mejor de identificación también para los recién nacidos, aunque en los niños no es fácil este sistema por ser sus relieves digitales muy diminutos y su fijación muy difícil.

La tenacidad del Dr. Garrido-Lestache ha conseguido lo que parecía imposible: que hoy día sea posible identificar de manera inequívoca a un ser humano desde el momento de su nacimiento. De hecho, consiguió culminar con éxito la identificación de un recién nacido, mediante la obtención de sus huellas digitales, en octubre de 1990. Inmediatamente lo dio a conocer a la comunidad científica nacional e internacional y comenzó una lucha por el reconocimiento de la necesidad de una identificación del niño, como estipula la Convención de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989.

Tenacidad recompensada

Su lucha se vio recompensada a partir de la Ley 6/1995 de 28 de marzo de Garantías de los Derechos de la Infancia y Adolescencia de la Comunidad de Madrid, aprobada por unanimidad de todos los grupos políticos y publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid el 7 de abril de 1995. En ella se establece ya el derecho de los niños "a ser correctamente identificados en el momento de su nacimiento, de acuerdo con los métodos más avanzados y precisos, mediante un Documento de Identificación Infantil" que se entrega inmediatamente tras el alumbramiento.

El Documento de Identificación Infantil es expedido por el Centro Sanitario en el que tiene lugar el parto. El 22 de mayo de 1996 se dio a conocer el Documento de Identificación Infantil preparado por un equipo de profesionales de la Dirección General de Prevención y Promoción de la Salud de la Comunidad de Madrid, de la Dirección General de la Policía Española, de la Interpol, y de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, dirigidos por el Dr. D. Antonio Garrido-Lestache. Este procedimiento de identificación se ha ido extendiendo posteriormente a otras Comunidades Autónomas, que lo han implantado también en sus maternidades y centros hospitalarios.