El Hospital de Getafe refuerza la atención al niño enfermo en situación social vulnerable

27 feb 2006

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El Hospital Universitario de Getafe, perteneciente a la red hospitalaria de la Consejería de Sanidad y Consumo, ha mejorado la asistencia que se presta a los menores en los que existen factores sociales, familiares y medioambientales que influyen en su salud, por medio de la puesta en marcha de la consulta de Pediatría Social, donde se trata al niño y al adolescente desde un aspecto global. Esta consulta ha permitido llevar a cabo un mejor control y seguimiento de las enfermedades, lo que ayuda en la evolución del niño que, a largo plazo, experimenta una mejora global.




La Pediatría Social es una parte de la especialidad en la que se mira más allá de la patología que sufre el paciente y el Hospital Universitario de Getafe es el segundo centro de la Comunidad de Madrid, después del Hospital Niño Jesús, en poner en marcha la consulta. La iniciativa partió de la jefa del Servicio de Pediatría, Pilar Gutiérrez, que a lo largo de su experiencia profesional ha sentido en muchas ocasiones el vacío con el que a veces se encuentra el médico al tratar a determinados pacientes. "La enfermedad del niño depende también de su contexto particular, el niño no está solo, está rodeado de una serie de factores", explica la doctora, "no es lo mismo un niño diabético en una familia estructurada que en una desestructurada", añade.

El entorno de estos pacientes es imprescindible para mejorar las patologías que les llevan al hospital, y los problemas o inconvenientes que haya en él, pueden hacer no sólo que su salud no mejore, sino que empeore. Para el buen funcionamiento de esta consulta, se ha trabajado conjuntamente con los pediatras de Atención Primaria, Salud Mental del Área 10, médicos de otras especialidades, equipos de educación y pedagogía y con todas aquellas instituciones de esta área sanitaria que puedan ser de ayuda a la hora de tratar al paciente infanto-juvenil.

Atención personalizada

La responsable de Pediatría Social, doctora Bárbara Rubio, ha tratado en sus primeros meses de trabajo a 78 pacientes y ha comprobado que ha servido de ayuda tanto a los niños como a los padres. La consulta está especialmente dirigida a cinco sectores de la población infantil: los niños inmigrantes, los menores adoptados tanto nacional como internacionalmente, los niños con necesidades especiales, la población infantil de riesgo y los menores maltratados.

Los inmigrantes que acuden a esta consulta se encuentran normalmente en una situación vulnerable y complicada, con dificultades para adaptarse, y con costumbres culturales, religiosas y dietéticas que a veces condicionan su propia salud. Los niños adoptados, requieren una valoración médica inicial y un programa de seguimiento en su nuevo medio, lo que implica la elaboración de una historia clínica, una exploración física, valoración del crecimiento, agudeza visual y auditiva, estado nutricional, desarrollo psicomotor y del calendario vacunal, búsqueda de posibles trastornos de la conducta y realización de pruebas de laboratorio.

En el caso de los menores con necesidades especiales, se trata de niños que sufren enfermedades crónicas o alguna discapacidad y necesitan un tratamiento multidisciplinar bien coordinado. A la hora de atender a la población infanto juvenil de riesgo, el objetivo principal que se persigue es detectar ese riesgo para intervenir a tiempo y realizar un seguimiento. Respecto a los menores que sufren maltrato, Rubio aplica el Programa de Atención al Maltrato Infantil de la Comunidad de Madrid. La mayoría de estos casos son complicados, niños a los que hay que prestar mucho tiempo y dedicación.

El objetivo es detectar los problemas para poder intervenir a tiempo, analizar cada situación de manera independiente teniendo en cuenta todos los factores y mantener un seguimiento constante para ver la evolución de cada niño. Una vez se ha estudiado el caso, desde la consulta ha de indicarse a la familia los recursos de los que dispone y a dónde debe dirigirse para solucionar los problemas que van más allá de su salud. A partir de ahí, la labor del pediatra consiste en coordinar y controlar la evolución del niño.

Colaboración con otras instituciones

El trabajo que se hace conjuntamente con el resto del personal sanitario, Atención Primaria, Salud Mental, Educación y Servicios Sociales es importantísimo, ya que su colaboración ha permitido la creación dentro del Área 10 del Primer Plan de Atención a la Infancia y Adolescencia de Parla, y del Consejo Local de Atención a la Infancia y Adolescencia en Getafe. A pesar de las dificultades que supone aunar problemas médicos con problemas sociales, desde esta nueva consulta se refuerza la importancia de la Pediatría Social, que permite ayudar a la vez al niño y a su familia en el tratamiento de su enfermedad y en sus circunstancias particulares.