El 58% de los médicos cree que el idioma impide al inmigrante tomar bien la medicación

30 nov 2005

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Desde hace unos años, el médico de familia atiende a un número cada vez mayor de inmigrantes. Los propios profesionales, médicos y enfermos, cifran en unas 15-20 visitas más a la semana en los últimos cinco años. Un 58% de los facultativos cree que el mal cumplimiento del paciente inmigrante se debe a dificultades de entendimiento, especialmente por el idioma. Aunque la mayoría cree que atiende adecuadamente a los pacientes que vienen de fuera de España, también opinan que el idioma es un factor clave. Estos datos proceden de una encuesta realizada a 138 médicos y enfermeros que trabajan en Atención Primaria y que ha sido presentada en el XXV Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC).




Entre los factores que influyen en la salud de los inmigrantes atendidos en nuestro país, los profesionales encuestados destacaron condiciones laborales (46%) y problemas del país originario (34%). Según el doctor José Vázquez, coordinador del Grupo de Atención al Inmigrante de la semFYC, la mayoría de los problemas de salud que presenta el inmigrante en la consulta están, de alguna manera, ligados a su precaria situación sociolaboral, porque aunque una mala calidad de vida condiciona por igual a la persona inmigrada que a la autóctona, la realidad demuestra que en el caso del primero se suelen sumar otros problemas como una situación irregular de residencia, condiciones de alto riesgo en el trabajo o dificultades para hacerse entender: "De hecho, a las enfermedades relacionadas con el trabajo hay que añadir las psicosomáticas y las que denominamos reactivas y que se derivan del proceso migratorio. Desarrollan trastornos depresivos, insomnio y de ansiedad, que en muchos casos no pueden superar por incapacidad o falta de recursos".

Diagnósticos tardíos

Sin embargo, el desconocimiento del idioma y la complejidad de los requisitos administrativos necesarios están detrás de que un porcentaje significativo de inmigrantes acaben desistiendo por acceder al sistema sanitario. La alternativa suele ser acudir a los servicios de urgencia de los hospitales y centros de salud. Como indica el doctor Vázquez, "los inmigrantes acuden a la consulta, como el resto de la población, cuando se sienten enfermos, pero esa demanda de cuidados la van a solicitar cuando la enfermedad les impida acudir a su trabajo, por lo que muchos diagnósticos van a ocurrir en fases avanzadas de la enfermedad".

Perfil del inmigrante

Los médicos de familia consideran que se debe desterrar el falso mito de que el paciente inmigrante importa enfermedades, ya que su perfil responde al de una persona joven y sana. "La llegada de los inmigrantes desde países con costumbres, idioma y, en raras ocasiones, enfermedades desconocidas en nuestro medio, favorece la creencia de que pueden introducir patologías exóticas, lo cual, aunque ocurre, no es lo más frecuente dentro de la patología que presenta este colectivo", señala el doctor Vázquez.

De hecho, el perfil del inmigrante en nuestro país es el de una persona joven, con una salud normalmente superior a la existente en su país de origen, que migra por diferentes motivos y que viene a trabajar para mejorar su calidad de vida y la de su familia. "Suelen tener ciertos problemas para comunicarse por la diferencia de idioma y por los escasos conocimientos del uso del sistema sanitario que pueden llevar a situaciones tanto de infrautilización como de uso excesivo".

Los datos disponibles muestran que los motivos de consulta son prácticamente los mismos que los del resto de la población; que la frecuentación a la consulta también es casi idéntica y, en palabras del doctor Vázquez, "el único matiz es que son pacientes en los que el idioma o las diferencias culturales nos exigen invertir más tiempo en la entrevista clínica. Es importante que el profesional aprenda a trabajar de una manera multicultural y que tenga acceso a traductores, agentes comunitarios de salud y mediadores interculturales como un recurso más del cual disponer cuando sea necesario".

Un sistema sanitario que gestione la diversidad

El fenómeno de la inmigración es ya una realidad social establecida en nuestro país. El abordaje del paciente inmigrante no puede ser homogéneo y está condicionado por su origen geográfico, su situación administrativa y las diferencias de género, idioma o cultura. Según el doctor Vázquez, "el médico de familia debe tener en cuenta que la concepción de la salud y de la enfermedad de estas personas puede ser distinta a la nuestra". De hecho, la encuesta presentada en Santiago de Compostela revela que el 90% de los profesionales opina que el paciente inmigrante tiene un concepto de salud diferente.

Si se quiere proporcionar una atención de calidad a los inmigrantes, se deben conocer las características culturales que los definen. Para ello son imprescindibles estudios epidemiológicos en Atención Primaria centrados en la heterogeneidad existente entre los distintos grupos de inmigrantes, sus riesgos de salud específicos, sus actitudes ante la enfermedad o en qué medida aceptan o rechazan los servicios de salud.

Principales barreras

Los médicos de familia demandan también más tiempo para atender al paciente inmigrante. Según la encuesta, un 23% opina que los equipos de Atención Primaria no cuentan con los medios disponibles para atenderles adecuadamente. En ocasiones, el idioma o las diferencias culturales exigen al facultativo que invierta más tiempo en la entrevista clínica. "Es necesario dedicarles más tiempo de consulta. Solemos hablar de necesidades de formación para atender este problema pero realmente el médico de familia lo que necesita es tiempo para ofrecer una atención en las condiciones adecuadas", matiza el doctor Vázquez. Las barreras socioculturales y el idioma son elementos que hay que superar, pero en ningún caso son factores limitativos. No obstante, aclara el doctor Vázquez, "la colaboración de mediadores interculturales e intérpretes es de gran utilidad".

La puerta de entrada al sistema sanitario es la atención primaria y el uso de los servicios de urgencia por parte del inmigrante viene marcado por su accesibilidad, sobre todo de horario y el hecho de que según la ley de extranjería los inmigrantes tienen derecho a recibir asistencia sanitaria en situaciones de urgencia, independientemente de su situación administrativa. "De lo contrario deben estar empadronados y el padrón es una barrera administrativa que impide a muchos inmigrantes acceder al sistema nacional de salud. Lógicamente, si se mejorara la accesibilidad a los servicios de atención primaria disminuiría el número de consultas por urgencias", sostiene este experto.