Se inaugura el Museo Olavide, la mayor colección de Europa de figuras de cera usadas antiguamente para el estudio de la Dermatología

25 may 2006

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Es difícil imaginarse a día de hoy cómo serían hace un siglo las clases de dermatología, sin imágenes que mostrar en una disciplina en la que la identificación visual de las lesiones es clave para definirlas. Sin embargo, sí había un método para el estudio de la Dermatología: la utilización de figuras de cera donde se reproducían fielmente las enfermedades dermatológicas conocidas hasta esa fecha.




Dado el valor de esas figuras, donde se pueden ver con exactitud los efectos en la piel del herpes o el sarcoma, entre otras patologías, la Academia Española de Dermatología decidió hace unos años recuperarlas y restaurarlas para exponerlas juntas en el denominado Museo Olavide, ‘renacimiento’ del museo que, con el mismo nombre, fundó el dermatólogo D. José Eugenio Olavide. La historia de este peculiar museo, que se expone actualmente en el Palacio de Congresos de Madrid durante el XXXIV Congreso Nacional de Dermatología y Venereología y que estará situado permanentemente en la sede de la Academia Española de Dermatología y Venereología, está llena de anécdotas y curiosidades.

La colección de figuras de cera con representación de patologías, resulta ser, ya desde el primer museo, una de las más grandes de Europa. Según explica el Dr. Luis Conde Salazar, dermatólogo del Hospital Carlos III y alma mater del proyecto, así como actual Director del museo, cuando parte de las figuras se expusieron en la Exposición Internacional de Medicina en el Palacio de Cristal de Madrid, en 1919, la delegación alemana "que ya contaba con los museos de Dresde y Munich (destruidos posteriormente en la segunda guerra mundial) ofreció 30 millones de pesetas de la época por las figuras".

Otra de las anécdotas que acompañan a la colección, se refiere al primer Catedrático de Dermatología de España, el Prof. Juan de Azua, quién falleció, víctima de una hemorragia cerebral, dictando su última lección ante estas figuras. En su última etapa, el Museo Olavide estuvo situado en el Hospital de San Juan de Dios de Madrid y llegó a constar de 1.500 figuras.

Cuentan las crónicas periodísticas de la época que uno de los colectivos que más visitaba el museo era el de los soldados de reemplazo, a los que se llevaba "para que conocieran los estragos de las enfermedades venéreas en primera persona". Cuando el hospital San Juan de Dios desapareció, ante la inminente construcción del actual Hospital Universitario Gregorio Marañón, las figuras se trasladaron a una nave anexa, pero nadie sabía muy bien dónde estaban.

Es en el año 2002 cuando al Prof. Reverte, Director del Museo de Antropología Forense de la Universidad Complutense de Madrid, le entregan una serie de figuras para su restauración, que son reconstruidas y expuestas en su museo. A partir de ese momento, se intensificó la búsqueda de las figuras que se encontraron finalmente en el Hospital Niño Jesús. Desde entonces se ha procedido a su restauración hasta lograr recuperar un gran número de las mismas, que han permitido la reapertura del Museo Olavide. "Creemos que la recuperación de estas figuras tiene un valor no sólo sentimental, si no que nos debe servir para que podamos comprender el esfuerzo y el cariño por la enseñanza que hicieron nuestros antepasados en una época donde no existían los adelantos actuales", concluye el Dr. Conde Salazar.

Página web de la Academia Española de Dermatología y Venereología: www.aedv.es