Caso Leganés: Comunicado del Colegio sobre el informe elaborado por la Comisión de Peritos

22 jun 2006

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1. El 19 de enero de 2006, el Juzgado de Instrucción número 7 de Leganés remitió el caso de las presuntas sedaciones irregulares en el hospital Severo Ochoa de Leganés a la Presidenta del Colegio de Médicos de Madrid "para que varios peritos en número impar y de los que, al menos en su mitad, cuenten con experiencia personal o formación en materias referentes a cuidados paliativos, informen de manera conjunta si hay o no relación causa-efecto entre el tratamiento dado u omitido y los fallecimientos y, por último, si se aprecia mala praxis médica. A tal fin, desígnense dichos peritos por la Presidenta del referido Colegio de Médicos, quienes deberán comparecer ante este Juzgado el 3 de febrero de 2006, a fin de aceptar y jurar el cargo".




2. Nada más recibir el encargo, la presidenta Fariña lo comunicó al resto de la Junta Directiva del ICOMEM, que en todo momento ha estado informada, y la ha ayudado y asesorado cada vez que lo ha necesitado a lo largo del proceso. En primer lugar, confeccionando una lista con las especialidades que consideraban que podrían tener los enfermos cuyas historias había que estudiar, o que pudieran tener alguna relación, y se quedó en que éstas fueran, además de los Cuidados Paliativos, Neumología, Geriatría, Oncología, Medicina Interna, Medicina Intensiva, Anestesiología, Farmacología y Medicina Legal y Forense.

El perfil que desde el principio buscó la presidenta del Colegio de Médicos de Madrid en los peritos que debían integrar la comisión fue experiencia acreditada en su especialidad, profesionales de prestigio, independencia, imparcialidad y tiempo libre para poder realizar el trabajo que se les pedía.

3. Una de las primeras cosas que hizo la profesora Fariña fue llamar a tres miembros de la Comisión Deontológica, entre ellos a su entonces presidente, Dr. Casares Fernández-Alvés, y todos coincidieron en que la Deontológica no debería estar representada en la comisión pedida por el juez por dos razones: por sus especialidades muy pocos de sus miembros reunían las condiciones requeridas y, sobre todo, porque estarían "contaminados" cuando el denominado "Caso Leganés" abandonara la vía judicial y debiera ser estudiado por el órgano colegial que vela por la ética y la deontología de los médicos.

La Comisión Deontológica del ICOMEM ya había abierto expediente informativo, por mandato de la Junta Directiva de 31 de marzo de 2005, a las presuntas sedaciones irregulares del Hospital de Leganés, y tras tratar el asunto en seis plenos y tres comisiones permanentes, decidió cerrarlo el 8 de junio al entender que con la información que obraba en su poder no podía emitir informe alguno.

Además, la inmediata judicialización del caso obligó al Colegio a suspender el procedimiento disciplinario, en función del art. 70.2 de los Estatutos colegiales.

4. El siguiente paso de la presidenta fue acudir a la lista de peritos judiciales del Colegio, y aunque había pocos médicos en muchas de las especialidades requeridas -8 intensivistas, 3 neumólogos, 3 geriatras, 4 oncólogos, etc.-, acabó designando a uno, concretamente el oncólogo.

Juliana Fariña ha elegido a la mayoría de los miembros de la Comisión a través de las sociedades científicas, de los servicios hospitalarios y de los médicos de familia, porque éstos hacen cuidados paliativos extrahospitalarios y consideraba que su presencia iba a reforzar la pluralidad de los médicos que debía designar.

Cuando tuvo un número adecuado de candidatos, siempre varios de cada especialidad, la profesora Fariña comenzó a hacer entrevistas personales, y a cada uno le hizo una pregunta fija: si tenía una opinión formada sobre el caso a estudiar. Valoró también la capacidad de trabajar en equipo y la generosidad, porque del Colegio no iban a cobrar ningún honorario. Sólo se les adelantaría el dinero que les iba a pagar la Administración.

La presidenta del Colegio de Médicos de Madrid, que inicialmente pensó en formar la comisión con no más de 7 médicos, acabó designando a 11 para que pudieran estar incluidas tantas especialidades. Además, y para reforzar la independencia de la comisión, buscó también médicos que no dependieran económicamente por su trabajo, en todo o en gran parte, de la Consejería de Sanidad de la CAM. Seis de los once miembros que la integran cumplen esta condición.

5. El 3 de febrero de 2006, Juliana Fariña acudió al Juzgado en compañía de los peritos por ella designados, que fueron aceptados por el juez, quien a preguntas de la presidenta, manifestó que sólo debían hacer el informe con las historias remitidas desde su Juzgado -sin entrevistar ni a los médicos ni a los familiares implicados-, al tiempo que puso la condición de que todos los miembros de la comisión debían estudiar todas las historias

El Magistrado permitió que, para facilitar el trabajo a los peritos, se escanearan las historias y se incluyeran en un CD al que sólo ellos tuvieron acceso informático, cumpliendo la Ley de Protección de Datos. También se borró de cada historia informatizada el nombre del paciente y el del médico que lo trató, garantizando así el anonimato de los médicos implicados.

También, desde el principio, a la profesora Fariña le pareció de suma importancia mantener el anonimato de los miembros de la Comisión, como única forma de garantizar que pudieran hacer su trabajo sin presiones ni injerencias, y así se lo comunicó a la Junta Directiva.

6. Tras tres meses de trabajo riguroso, profesional e independiente, la Comisión de Peritos entregó firmado el informe al juzgado el pasado 25 de Mayo, con las siguientes conclusiones:

a) Apreciación de mala praxis médica:

- La mayoría de los pacientes tenían patologías muy graves y con una expectativa de muerte a muy corto plazo

- Existe una identificación errónea entre la instauración de medidas paliativas, justificadas en la mayoría de los pacientes, y la aplicación de la sedación terminal

- En 5 historias clínicas no se llegó a realizar sedación terminal

- En 24 historias clínicas la sedación terminal estaba indicada

- En 9 historias clínicas no se ha podido alcanzar consenso sobre indicación o no de la sedación terminal

- Mala práctica médica: En 20 historias clínicas se ha hecho sedación terminal a pacientes que, por estar en coma profundo, eran innecesarias y no están indicadas

- Mala práctica médica: En 10 historias clínicas se ha hecho sedación terminal sin identificar el síntoma refractario y/o sin emprender tratamiento específico de control antes de iniciar la sedación terminal, y por tanto no indicada

- Mala práctica médica: En 4 historias clínicas la sedación estaba contraindicada, ya que no se documenta enfermedad terminal, no está demostrado que el síntoma sea refractario al tratamiento habitual, y/o no existe justificación de la no existencia de una alternativa terapéutica

b) Relación entre el tratamiento dado u omitido y el fallecimiento:

- Se han realizado sedaciones terminales con dosis injustificadamente altas de medicamentos y en asociaciones potencialmente peligrosas, lo que ha generado una situación de riesgo adicional a los pacientes de muerte por depresión respiratoria.

- Pese a ello, no es posible afirmar o negar con certeza absoluta si la causa directa de la muerte de alguno de los pacientes sedados fue la medicación administrada.

7. Asimismo, el magistrado citó a la Presidenta para el 12 de Junio de 2006 para que informara al juzgado y a las partes del proceso de selección de los peritos y de la elaboración del informe, y a los 11 peritos en días posteriores para que ratificaran cada una de las conclusiones de su investigación.

8. Tras haber cumplido con este encargo, la presidenta del Colegio de Médicos de Madrid recuerda que debe ser la justicia quién dilucide si esa mala praxis médica se puede calificar como delito penal y que, mientras no haya una sentencia judicial sobre esas presuntas sedaciones irregulares, todos los médicos implicados son inocentes.

9. La Presidenta quiere agradecer el respaldo recibido de la Organización Médica Colegial, diversos Colegios de Médicos de toda España (Granada, La Coruña, La Rioja, Cádiz, Cáceres, Asturias, Guipúzcoa, Pontevedra, Córdoba), especialistas de renombre y medios de comunicación, así como de la propia Junta Directiva y la Comisión Deontológica del ICOMEM. Igualmente, desea reconocer públicamente la desinteresada y responsable labor realizada por los 11 peritos, al tener que analizar concienzudamente el quehacer de compañeros de profesión.

10. Por último, el Colegio de Médicos de Madrid insiste en que este asunto no debe contemplarse en ningún caso desde un prisma político y expresa su convencimiento de que ayudará a la ciudadanía a conocer mejor los Cuidados Paliativos y a fortalecer la buena imagen de todos los médicos de la sanidad madrileña, y especialmente de los profesionales del hospital Severo Ochoa.