Los expertos reclaman mecanismos que regulen la confidencialidad y el secreto médico

27 oct 2005

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La OMC ha organizado una jornada sobre "Intimidad, confidencialidad y secreto médico", en la que se ha puesto de manifiesto que la intimidad de los pacientes debe ser protegida siempre, sin tener en cuenta otros factores, mientras que la confidencialidad ha de ser considerada como un instrumento que debe ser regulado teniendo en cuenta costes y beneficios.




Dado el actual ordenamiento jurídico y que las historias clínicas cada vez están expuestas a más gente, se deben establecer unos mecanismos de seguridad concretos de tal forma que los historiales se utilicen sólo para atender la salud del paciente. Así lo ha puesto de manifiesto Pedro González Salinas, letrado del Consejo General de Colegios de Médicos y responsable de la Asesoría Jurídica de la OMC.

Inseguridad jurídica

Para el letrado de la OMC, "es necesario regular y hacer compatibles el secreto médico y la necesidad de compartir información, así como de delimitar qué personas deben tener acceso a la historia clínica de los pacientes, y también a qué datos. Hay que distinguir entre los conceptos de intimidad del paciente, confidencialidad (lo que el paciente manifiesta al médico) y el secreto médico. Las leyes actuales establecen unos principios muy generales, y existe una cierta inseguridad jurídica a la hora de aplicarlas, lo que hace que en algunas ocasiones se tenga un acceso indebido a las historias clínicas".

A su vez, Eliseo Collazo, médico especialista en Cirugía General y miembro de la Comisión Central de Deontología y Derecho Médico del Consejo General de Colegios de Médicos, indicó que "sólo quienes tratan directamente con los pacientes deberían tener acceso completo a las historias clínicas o quienes codifican los datos. Se hace muy necesario establecer una legislación propia para garantizar el derecho a la intimidad de los pacientes, para que nadie sea discriminado".

Un deber, no un derecho

Pedro González Salinas afirmó que el principio básico es que el secreto médico es un deber, no un derecho, y lo que debe hacer es garantizar el derecho a la intimidad del paciente, que nunca debe ser rebasado. Asimismo, aludió a la relación de confianza que debe existir entre el médico y el paciente, que es inherente al ejercicio profesional y al secreto médico. En este sentido señaló que "sólo tiene sentido para proteger la salud del paciente si el paciente tiene la seguridad de que esos datos no van a salir de la esfera de la intimidad".

Pero como matizó el doctor Juan Gervas, médico de Canencia de la Sierra (Madrid), "hay que distinguir entre el derecho del paciente a la intimidad y el deber correlativo del médico de guardar el secreto. Hay que compartir la mínima información que dé el máximo beneficio, y que pueda provocar el menor daño posible. Pero este objetivo encuentra una serie de dificultades, como el acceso a los datos de las historias clínicas, la custodia de los datos o los posibles conflictos que puedan surgir entre distintas administraciones por temas de confidencialidad".

En opinión de Miguel Sánchez, doctor en Medicina y Profesor de Historia de la Ciencia y Bioética de la Facultad de Medina de la UCM, "la intimidad de los pacientes debe ser protegida siempre, sin tener en cuenta otros factores, mientras que la confidencialidad ha de ser considerada como un instrumento que debe ser regulado teniendo en cuenta costes y beneficios. También el secreto médico tiene unos límites, y puede ser revelado en caso de investigación judicial, en caso de enfermedades contagiosas o cuando la ley exima del cumplimiento de la confidencialidad, como el caso de la receta electrónica".

Preparación de los profesionales

Dada la creciente sensibilidad de los ciudadanos hacia los temas relacionados con la intimidad y la aparición de las nuevas tecnologías en el tratamiento de las historias clínicas es necesaria una mayor preparación por parte de los profesionales sanitarios. Este es el objetivo de la publicación de la Guía de Ética en la Práctica Médica "Intimidad, confidencialidad y secreto", una guía eminentemente práctica que puede ser de gran ayuda al médico para la mejora y el perfeccionamiento en su práctica profesional.

En la guía, presentada en el marco de este encuentro, se recogen ejemplos prácticos y se consideran cuáles son los cursos extremos, los posibles y los óptimos. A juicio del doctor Gervas, "será de mucha utilidad para el profesional, ya que en muchas ocasiones, y aunque los médicos están preparados, se resuelve sobre la marcha y no se realiza una reflexión previa".