Madrid implantará el proyecto piloto de receta electrónica en marzo

19 feb 2007

1106

El consejero de Sanidad y Consumo, Manuel Lámela, y el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), Alberto García, han firmado el Acuerdo Marco de Colaboración entre ambas entidades para el proyecto piloto de receta electrónica. Lamela destacó que esta iniciativa, que arrancará a mediados del mes de marzo, supone la informatización integral del proceso de prescripción y dispensación de los medicamentos y contribuye a desburocratizar la atención sanitaria y reforzar la calidad asistencial. El proyecto global de receta electrónica cuenta con una inversión de tres millones de euros.




Lamela señaló que, con este convenio, el COFM mantiene su papel como actor principal del concierto suscrito con la Consejería de Sanidad y se refuerza su apuesta por mejorar la calidad de la prestación que se ofrece a los ciudadanos a través de las oficinas de farmacia. Así, el COFM se constituye como interlocutor único entre las oficinas de farmacia y la Consejería para el sistema de receta electrónica.

Para ello, el COFM desarrollará el software necesario para emular una "oficina de farmacia virtual", que actúe como "pasarela" e interlocutor único entre la farmacia real y la Consejería, garantizándose en todo momento la confidencialidad y seguridad de la información manejada. De esta forma, una vez prescrito el fármaco, por vía electrónica, por el médico de familia o pediatra, el paciente podrá acudir directamente a su oficina de farmacia. Al mostrar su Tarjeta Sanitaria, el farmacéutico comprobará la prescripción en el ordenador y dispensará el medicamento, gracias a los datos del paciente facilitados por el Colegio de Farmacéuticos, en su papel de interlocutor con la Consejería.

Por tanto, la receta electrónica se articula mediante un procedimiento informático, a través del cual el médico prescribe una medicación y las pautas de administración utilizando una aplicación informática, al mismo tiempo que transmite la información por medios telemáticos a la farmacia. El paciente sólo recibirá una hoja de medicación en la que se detallan las medicinas y las tomas, con objeto de informar debidamente sobre cómo debe aplicarse el tratamiento.

El consejero explicó que, además de la eliminación total de la receta-papel, esta iniciativa permitirá un importante ahorro de tiempo a los ciudadanos, a la vez que reforzará la seguridad en el uso de medicamentos y mejorará la efectividad de los tratamientos, propiciando una asistencia más coordinada y eficaz. Así, los pacientes crónicos o sometidos a tratamientos de larga duración no tendrán que acudir sucesivas veces a su centro de salud, como ocurre en el sistema convencional, sino que la renovación de la prescripción será automática y la dispensación se realizará directamente en la farmacia. En el caso de que el paciente no acuda a la oficina de farmacia, su médico de familia será alertado con objeto de facilitar una farmacoterapia segura y eficaz.

Implantación progresiva a lo largo de 2007

Para la puesta en marcha de la prueba piloto, se ha seleccionado el Centro de Atención Primaria Coimbra, en el Área Sanitaria 8 (suroeste de la región), y 5 oficinas de farmacia de Móstoles y Arroyomolinos. Tras la evaluación de la prueba y el ajuste de las aplicaciones, se iniciará la formación necesaria para la implantación progresiva de la receta electrónica en toda la región a lo largo de 2007. Previamente, se llevará a cabo un completo plan de comunicación a los profesionales sanitarios y pacientes para facilitar la transición de la receta informatiza a la receta electrónica.

Cuando este proceso esté totalmente implantado, los madrileños podrán acudir a cualquier farmacia y obtener su medicación mediante la simple presentación de su tarjeta sanitaria o el DNI, ya que el farmacéutico comprobará si está pendiente la recogida de cualquier medicina. También se eliminan las molestias provocadas por un extravío de la receta y se eliminan las visitas al médico para la simple dispensación de recetas. Igualmente, será posible introducir con carácter general el autovisado, que ya se aplica en absorbentes (pañales) y determinados antipsicóticos, eliminándose las visitas al médico para la obtención de visados.

Para la Consejería esta medida tiene gran trascendencia, ya que desaparecerán importantes costes, como es la compra de talonarios, la digitalización de recetas y la custodia de los originales de papel. Lamela recordó que en Madrid se emiten y procesan alrededor de 90 millones de recetas y que sólo el último concurso para la adquisición de talonarios para 12 meses se adjudicó casi en 1,5 millones de euros, el pasado mes de octubre. Por su parte, el COFM podrá consolidar y presentar con mayor rapidez a la Consejería el montante de la factura mensual.

Proceso de renovación tecnológica

El desarrollo de este proyecto ha requerido un proceso previo de modernización de la infraestructura tecnológica del Servicio Madrileño de Salud, incluyendo la completa informatización de las consultas de Atención Primaria, que ha permitido que la práctica totalidad de las recetas se realicen a través de una aplicación informática. Asimismo, se ha trabajado en la elaboración de un sistema de prescripción electrónica con objeto adaptar los procesos tecnológicos a las condiciones de la asistencia.

Por otra parte, la centralización de los sistemas informáticos de la Consejería de Sanidad y Consumo también ha supuesto un paso fundamental para la informatización integral del proceso de prescripción y dispensación de fármacos, ya que permite la máxima seguridad en el tratamiento de la información y sienta los principios de una coordinación más eficaz entre los profesionales que intervienen en la atención de los pacientes.