El Hospital La Paz incorpora una nueva técnica para el tratamiento del melanoma ocular

27 jul 2006

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El Hospital Universitario La Paz ha incorporado a su cartera de servicios la braquiterapia para el tratamiento del melanoma coroideo, el tumor maligno intraocular más frecuente en adultos. Este tipo de cáncer afecta a varias estructuras del ojo, aunque suele estar localizado en la coroides, una capa vascular situada entre la membrana esclerótica y la retina.




Los Servicios de Oncología Radioterápica, Oftalmología y Radiofísica-Radioprotección realizaron de manera conjunta la semana pasada esta técnica con la implantación de una placa de Rutenio-106 a una paciente de 47 años. Hasta ahora, para el tratamiento del melanoma con radioterapia se han utilizado varios radioisótopos como Iodo-125 y el Iridio-192, éste último empleado en el Hospital Puerta de Hierro, también perteneciente a la red sanitaria de la Comunidad de Madrid.

La introducción de una fuente radiactiva como el Rutenio-106 supone una diversificación en el tratamiento de este tipo de patología y ofrece mayores ventajas para la protección del cristalino o del nervio óptico, así como para la protección de los propios profesionales sanitarios.

Melanoma ocular

El melanoma coroideo es el tumor maligno intraocular más frecuente en adultos, aunque su incidencia es de 0,5 casos por 100.000 habitantes/año. La media de edad en la que se diagnostica se encuentra entre los 55 y los 60 años y puede estar causado por factores predisponentes como la hiperpigmentación ocular congénita o ciertas anomalías cromosómicas.

Este tipo de cáncer a diferencia del melanoma cutáneo no tiene una relación directa con la exposición solar. Desde hace mucho tiempo el diagnóstico del melanoma de coroides estuvo ligado a la extirpación del globo ocular. A principios de los años 80 se impulso el desarrollo de técnicas conservadoras como la braquiterapia, que es una terapia de radiación utilizada para el tratamiento del cáncer.

A diferencia de la radioterapia externa, que utiliza la radiación generada por un acelerador lineal o una bomba de Cobalto, la braquiterapia sitúa la fuente radiactiva dentro o muy próxima al tumor. La principal ventaja de esta técnica es la conservacion de la función visual en el ojo afectado, aunque también evita la extirpación del globo ocular y permite a los especialistas usar una dosis total más alta para tratar una área más pequeña en menos tiempo que con la radiación externa.

Intervención con anestesia local

El procedimiento consiste en colocar el material radiactivo, concretamente la placa de Rutenio-106, dentro del ojo en un procedimiento quirúrgico bajo anestesia local. Previamente se ha realizado un completo estudio para determinar el tamaño de la placa, la dosis necesaria, las dosis recibidas en los órganos críticos y el tiempo necesario para recibir esta dosis. El paciente permanece ingresado hasta que se retira la placa (entre 48 y 90 horas, dependiendo de la dosis administrada y la actividad de la placa). Las placas de Rutenio-106 emisoras de partículas beta están indicadas para tumores no mayores de 6 milímetros de altura.

En el servicio de Oftalmología de La Paz también se emplean otros tratamientos conservadores para evitar la extirpación del ojo en casos de melanoma coroideo como son la fotocoagulación con láser, la termoterapia transpupilar y la vitrectomía (cirugía para la extirpación del tumor).

Braquiterapia en niños

Los oftalmólogos del Hospital Infantil de La Paz fueron pioneros en el empleo de la braquiterapia con Rutenio-106 en retinoblastomas (cáncer de retina), tratando los primeros pacientes en el año 2000. Desde entonces sigue siendo el único centro que emplea esta técnica con la que han tratado a más de 50 niños y han constatado que se pueden controlar tumores de muy reducido tamaño que escapan a otros tipos de terapia local como crioterapia, termoterapia o fotocoagulación. También han apreciado importantes signos de remisión a partir de la segunda semana de tratamiento. De esta manera se incrementan las posibilidades de conservación del ojo que, de otra manera, debería ser extirpado.

En los últimos 20 años el Hospital Infantil de La Paz ha atendido a 300 niños afectados por retinoblastoma y ha realizado el 80% de las intervenciones quirúrgicas realizadas en España en este campo. El resto se practican en los hospitales Valle Hebrón, La Fe de Valencia y Basurto. El retinoblastoma es el tumor intraocular congénito más frecuente (afecta a 1 de cada 12.000 a 20.000 nacidos), lo que supone cerca del 2% de los procesos malignos en niños. Aunque la mayor parte aparece esporádicamente, en el 40% de los casos es hereditario y puede afectar a uno o ambos ojos. Si se diagnostica pronto, puede ser curado en un 80% de los casos.