Tratamiento con opioides para tratar el dolor crónico

31 may 2006

827

La incidencia del dolor crónico en España se sitúa en estos momentos en torno al 11% de la población (cuatro millones y medio de españoles). Se considera dolor crónico aquel con una duración superior a 6 meses y habitualmente los pacientes lo vienen sufriendo una media de 9 años. Según resaltan los expertos, el tratamiento y diagnóstico en nuestro país del dolor crónico está muy por debajo de lo deseado. "Muchos de los enfermos están infratratados o incluso mal tratados, con pocos medios y con fármacos poco adecuados", asegura la doctora Concepción Pérez, Jefa de la Unidad del Dolor del Hospital de la Princesa, y ponente de la reunión ‘Nuevas evidencias en el control del dolor maligno, neuropático y visceral’ que se ha celebrado en Madrid, con el patrocinio de Mundipharma Pharmaceuticals SL.




Esta especialista señala la falta de costumbre de muchos médicos para prescribir este tipo de fármacos y la dificultad de los pacientes para encontrarlos en las oficinas de farmacia como algunas de las causas del poco uso del tratamiento con opioides mayores en España. "Conseguir la receta por los pacientes es relativamente difícil, y en las farmacias estos fármacos no siempre están disponibles, con lo cual hay personas que tardan días en poder acceder al fármaco prescrito", señala la doctora Pérez.

Especialistas de las Unidades de Dolor se quejan de que en nuestro país los opioides mayores tienen ‘mala prensa’, por creencias adquiridas de hace años sobre una posible adicción. Una situación que no es real, recuerda Concepción Pérez, ya que cuando los opioides son utilizados para tratar el dolor, no crean adicción: "También hay una falsa idea en torno a la tolerancia y la dependencia de este tipo de fármacos".

En opinión del doctor José Luís González Larriba, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, en los últimos años se ha avanzado bastante en el manejo del dolor, "cada vez hay menos reticencias por parte del médico para recetar opioides, aunque todavía existen ciertas trabas burocráticas. Así, por ejemplo, los médicos todavía tenemos que acudir a los Colegios de Médicos o a las oficinas administrativas de nuestros hospitales públicos para poder obtener un talonario de estupefacientes. En los pacientes también se ha observado un cambio y poco a poco empiezan a comprender que la administración de morfina no implica necesariamente estar en una fase terminal de la enfermedad".

Tratamiento con opioides

Hasta fechas recientes los opioides se utilizaban solamente para el tratamiento del dolor oncológico, "que fue donde se empezaron a utilizar y donde se demostró que no creaban la tolerancia que se podía creer, ni producían dependencia ni tenían efecto techo", afirma la responsable de la Unidad del Dolor del Hospital de La Princesa. Más tarde, los opioides se empezaron a utilizar también en el tratamiento del dolor benigno, "por ejemplo en el dolor por artrosis o columnas muy degeneradas, o en pacientes con muchos años de sufrir dolor intenso".

En este sentido, durante años existía la creencia de que los opioides no eran eficaces en el dolor neuropático, uno de los más difíciles de controlar. Sin embargo, recientes estudios han mostrado el papel de estos medicamentos en este tipo de dolor. "En concreto, últimas revisiones internacionales han confirmado la eficacia de OxyContin® (oxicodona de liberación controlada) para el tratamiento del dolor neuropático en neuralgias postherpéticas y en neuropatías diabéticas, mejorando mucho los síntomas y con una actividad similar a fármacos de primera línea utilizados en el tratamiento de estas dolencias", señala la doctora Pérez.

El dolor neuropático es el resultado de una lesión en el sistema nervioso central y/o periférico. El dolor tiene características de quemazón, punzante, fulgurante con aparición de alodinia, hiperalgesia y disestesia. Se estima que el 30% del dolor que se ve en las consultas de Atención Primaria es de origen neuropático.

Según el doctor González Larriba, OxyContin® se acerca al opioide ideal "ya que, por un lado, es eficaz frente al dolor neuropático, visceral y somático con un alto perfil de seguridad (se puede administrar en pacientes con insuficiencia hepática o renal o enfermos mayores); y por otro lado, actúa de forma rápida y mantenida en el tiempo. Esto se traduce en que generalmente no requiere la adopción de medidas de rescate. Otros opioides mayores precisan la utilización de otros fármacos entre tomas para aliviar el dolor", afirma este especialista.

OxyContin® está indicado como tratamiento de segunda línea en dolor neuropático, "cuando ha fallado el primer tratamiento con neuromoduladores, o el paciente no tolera los fármacos, o bien porque no son suficientes, ya que es un dolor muy complejo de tratar. Oxicodona se suele administrar conjuntamente con un neuromodulador potenciándose así la eficacia del tratamiento", recalca la doctora Pérez.

En opinión de esta especialista en dolor, la actividad de OxyContin® sobre los receptores típicos de los opioides, los receptores mu, y además sobre receptores específicos de este tipo de fármacos, los receptores Kappa, explicaría la eficacia de este medicamento no sólo en el dolor neuropático sino también en el visceral.